Texas es uno de los miembros de una peculiar familia formada por zorros, cerdos vietnamitas, mapaches e incluso caballos. Antes vivía en su madriguera pero, como sucede con muchos otros de su especie, fue arrancado de su entorno, ya fuese por desconocimiento, por diversión o para utilizarlo como entrenamiento de perros de caza. Por desgracia, estos animales ya nunca son capaces de volver a vivir en libertad. Pero la historia de Texas tiene un final feliz, pues tras un tiempo consiguió llegar a un santuario de zorros, El Cau del Bosc. Allí por fin se siente a salvo, llena de amor a sus cuidadores y disfruta de jugar en libertad con sus hermanas y hermanos adoptivos.